El HIFU es una técnica de medicina estética diseñada para eliminar grasa localizada y reducir la flacidez mediante ablación térmica. Este tratamiento utiliza un haz de ultrasonido de alta frecuencia y energía que, mediante un efecto lupa, actúa en las capas profundas de la piel sin dañar las superficiales.
La concentración del ultrasonido eleva la temperatura de la zona tratada a unos 65-75 grados, lo que provoca que la grasa comience a deshacerse y sea eliminada naturalmente a través del organismo. Además, el HIFU estimula la producción de colágeno y elastina, logrando que la piel se tense y tonifique.
El HIFU puede aplicarse en diversas partes del rostro y el cuerpo:
Rostro: Habitualmente se utiliza en la zona de la papada, el mentón, la frente y los ojos.
Corporal: Se aplica en brazos, abdomen, interior de los muslos, zona superior de la rodilla y flancos.
Los efectos que se pueden conseguir con el HIFU incluyen:
Eliminar adipocitos y cúmulos de grasa para remodelar el cuerpo.
Tensar, tonificar y rejuvenecer la piel, eliminando o reduciendo la flacidez de forma natural.
Reducir la celulitis.
Disminuir las arrugas y líneas de expresión.
Habitualmente, dos o tres sesiones de HIFU son suficientes para lograr los resultados deseados.